- Globalización y desarrollo como proceso histórico
- Globalización como proceso
- Globalización y descentralizació
- Globalización y la nueva sociedad
- Globalización y una mirada desde las ciencias sociales
Hablar de globalización como fenómeno mundial conlleva a relacionarlo con la dinámica de mercado del capitalismo, el cual ha dado como resultado la expansión de grandes capitales y el crecimiento de algunas economías, permitiendo que la concentración de las riquezas este en manos de unos pocos. Fenómeno que en nuestro país ha abierto brecha entre la sociedad que se beneficia de esta (globalizada) y la sociedad que la hace posible pero no la disfruta (residual). Por todo lo anterior considero necesario hacer un recorrido a través de la historia de los planteamientos de desarrollo económico a nivel global, para ubicarnos en el contexto.
Para
el siglo XVIII se dieron cambios
tecnológicos que consolidaron la revolución industrial y nace el interés
científico por el desarrollo económico, el cual aparece formulado por los
economistas clásicos como Smith, Malthus, Ricardo y Mill, de quienes tradicionalmente
se ha dicho que defienden el laissez-faire (dejar hacer), apoyando así la
libertad de comercio con teorías como la ventaja absoluta, la ventaja
comparativa o la demanda reciproca; ya a finales del siglo XIX y hasta la I
guerra mundial, nace una nueva generación de economistas: “Los neoclásicos”,
uno de sus representantes es “Marshall en cuya obra aparece el crecimiento como
un proceso gradual y continuo, en donde el progreso es el elemento motriz
fundamental” (GARCIA, 2003:5).
Esta
ultima escuela, afirmaba que la intervención del estado en la sociedad era
perjudicial para la marcha de la economía. Se trata de un modelo macroeconómico
en que al estado juagaba un papel neutral y en donde el impulso de la oferta,
la moderación salarial y la contención de la oferta monetaria, asegurarían el
crecimiento económico. Esa versión simplista del modelo anterior, lleva a la
economía en la década de los veinte a una profunda crisis de sobreproducción:
la “Gran Depresión de 1929”; dándose el abatimiento de los sistemas productivos
y financieros.
Así
entonces para los años treinta surge una nueva propuesta económica, en donde
brilla la obra de Keynes; sus reflexiones y argumentos dan paso a un nuevo
modelo de política económica: “El Keynesianismo”, cuyos ejes bases son la
demanda global como pieza clave de la marcha de la economía, el impulso del
consumo privado, la inversión
empresarial y el gasto publico, la
intervención del estado en economía,
alentando su crecimiento y evitando los fallos que el mercado presenta
para funcionar y el control de la inflación mediante la moderación del aumento
de la demanda global.
Este
modelo de política económica esta claramente orientado hacia la demanda, dando
lugar con el trascurso del tiempo a los cimientos de la sociedad contemporánea:
la Sociedad de Consumo (demanda como motor de la economía) y el Estado de
Bienestar (el gasto público como
dinamizador de la demanda global y la intervención publica como impulsor
de la Sociedad de Consumo). Con estas políticas la sociedad europea consigue
resultados satisfactorios a lo largo de
los años cincuenta y sesenta, participando activamente en la creación del orden
económico internacional después de la II Guerra Mundial.
Para la década de los sesenta se da una
movilización colectiva de obreros en Italia: “el Mayo del 68”, dada por las acciones gubernamentales de
control de la inflación de demanda, las políticas de reorganización industrial
y la racionalización del trabajo, para contener los costes laborales ante la
creciente competencia exterior. Esto
condujo a la ruptura del clima de
colaboración social construido
anteriormente.
En
los años setenta la economía internacional cayó en una nueva crisis: la subida
del precio del petróleo (1973); causada entre otras por la desestabilización
del orden mundial y por las modificaciones en las técnicas de producción.
Produciéndose así el estancamiento de la actividad económica, aumento del
desempleo y elevación de precios como consecuencia de la aparición de una nueva
modalidad de inflación: “inflación de coste”. Ante esta situación el modelo Keynesiano carece de recetas
validas para bajar el disparo de la tasa de inflación, la cual incrementaba los
gastos financieros del sector público en la economía occidental. Entonces se da la “Crisis Fiscal del Estado”, la cual trae
como consecuencias gastos desmesurados,
presencia excesiva del estado en la vida
social y económica.
Al
inicio de los ochenta, la política económica centra sus esfuerzos en tareas
como el control de la inflación y recuperación de la estabilidad monetaria.
Para ello se proponen formulas de moderación salarial, la desregulación de los mercados en especial
el laboral, el fomento a la competencia, la contención del gasto estatal, del
déficit publico y la reducción de la oferta monetaria; el neoliberalismo
propugnaba un “Estado Mínimo” y la defensa del libre mercado. La casi totalidad
de los países desarrollados terminaron por orientar sus políticas económicas a
la prioridad antinflacionaria, que en su mayoría consiguieron rebajar las tasas
de paro e inflación en los años ochenta.
Ya
para los comienzos de los años noventa la economía internacional se adentro en
un ciclo recesivo. Aquí el neoliberalismo y su defensa radical del mercado,
posibilitaban que se hablara de la “única política económica posible”; dándose
la restricción permanente de la demanda para controlar la inflación, reducción del déficit publico con la
reducción de los gastos sociales, flexibilidad del mercado laboral y disciplina
salarial. Con el derrumbamiento sucesivo de los regímenes socialistas (Unión
Soviética 1991) y la desaparición del mundo en bloques, Europa se prepara para
el nuevo reparto de los espacios económicos y con ellos la entrada en vigor del
“Mercado Único Europeo en 1993”.
Por
todo lo anterior se formula un nuevo modelo que
dirija las políticas macroeconómicas al logro y el mantenimiento de la
estabilidad (control de precios, bajo interés, contención del déficit público)
y concentre las políticas microeconómicas en la generación de empleo. Este
decenio se caracterizo también por la importancia que se le da al concepto de
desarrollo sostenible, y las tendencias cada vez más veloces hacia la
globalización, en lo referente al comercio y la tecnología.
1 Estudiante de Sociología de
la Universidad de Antioquia. Medellín. 2012
DOCUMENTO COMPLETO AQUI:
https://dl-web.dropbox.com/get/Public/LA%20GLOBALIZACION%20Y%20SUS%20EFECTOS%20EN%20COLOMBIA.pdf?w=0faf2c3d
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